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Diseño en Permacultura: cinco principios clave

El diseño en permacultura es infinito en sí mismo. Se trata de un proceso que cohabita y se fundamenta en los procesos ecosistémicos, es decir, en fenómenos dinámicos, cambiantes...aunque con ciertos patrones. Lo cierto es que señalar cinco elementos permite dar una relevancia a algunos aspectos claves que todo diseño de un proyecto de permacultura haría bien en incluir. Sin embargo, las bases del diseño son mucho más numerosas, y van cobrando una mayor importancia dependiendo del contexto medioambiental, económico, social, comercial (entre otros) de cada lugar.

Lo fascinante de diseñar es precisamente la integración de numerosas herramientas y principios basados en la ecología y otras disciplinas que puedan generar un sistema lo más sustentable y hermoso posible. Veamos nuestro principios básicos:


1. Múltiples funciones

Este principio es una ventaja y un desafío a la creatividad al mismo tiempo. Pongamos el clásico ejemplo que siempre ponía Bill Mollison cuando habla de las funciones; ¿Cuántas funciones o ventajas puede suponer la presencia de gallinas en el proyecto? Éstas pueden dar huevos, calor, plumas, una oportunidad de aprovechar los restos vegetales, fertilidad en forma de abono, perturbación positiva del suelo, control de plagas, calor... Como se puede apreciar, un elemento natural pueden generar múltiples beneficios. La importancia del diseño se basa en el papel y el lugar que se le da, en este caso al gallinero. Un buen diseño puede generar todos estos "inputs", mientras que un diseño mediocre solamente obtendrá huevos.

El principio clave de la multi-funcionalidad nos "obliga" a que cada elemento de nuestro sistema tenga, como mínimo, dos funciones y, obviamente, cuantas más, mejor. Cuanto mayor sea el número de funciones presentes en cada palmo de un proyecto, mayor será el rendimiento y la resiliencia ante momentos de perturbación.


2. Máximo rendimiento, Mínimos aportes

Todo diseño debe estar dirigido a producir el máximo rendimiento (no solamente a nivel económico o monetario) con el mínimo esfuerzo. Ningún proyecto basado en un intercambio con la naturaleza puede ser viable si es ineficiente.

Pongo un ejemplo: un buen diseño en el apartado de la huerta podría intentar generar camas de cultivo estandar; en la medida de lo posible todas del mismo tamaño. Esto genera que, a la hora de usar diferentes materiales (mallas anti-hierbas o mantas térmicas), registrar los rendimientos por cama o calcular las enmiedas antes de plantar el proceso sea muy rápido, pues todas las camas son iguales y no hay que estar mirando cuánto abono echar según qué cama.

No puedo evitar pensar en el error que supone diseñar una huerta usando patrones geométricos para darles la forma. Esto puede quedar muy bonito y armonizarse con el cosmos, pero el uso del espacio y la estandarización de tareas o materiales es lo más ineficiente que puede existir.

Siempre que diseñes un proyecto establece un sistema periódico de evaluación de tu eficiencia, ya siempre hay una manera más rápida y sencilla de desempeñar una labor.



Ejemplo de un diseño en permacultura; múltiples elementos, múltiples interrelaciones


3. La importancia de la biodiversidad

Uno de los aspectos más destacables de la permacultura es el fomento de la biodiversidad, y es fundamental. Si en una zona de frutales solamente se han plantado manzanos existe una debilidad innegable. Si mañana aparece una plaga o una enfermedad no prevista que afecte de manera importante a los frutales, no existen elementos en el sistema que puedan contrarrestar esta pérdida, o prevenirla. A un nivel más medioambiental, una diversidad de frutales amplia genera un ecosistema con una diversidad de especies que pudiera controlar dicha plaga. La biodiversidad de vida en el suelo ha demostrado ser capaz de controlar la aparición de enfermedades por esa vía.

Cuanto mayor sea la diversidad de un sistema, mayor será su resistencia, pues sus diferentes "ladrillos" generan un sostén compartido y mucho más equilibrado.

En un nivel más económico, resulta positivo que todo sistema pudiera tener varias fuentes de ingresos. Podrían generarse productos de huerta, miel, huevos, fruta, cereal, aceite, eco-turismo etc.


4. Regeneración y sostenibilidad

El concepto de "Regeneración" y su relevancia puede fluctuar según el momento histórico en el que nos situemos. Hace cuatro siglos el problema de la regeneración no existía. No había un proceso de pérdidad de fertilidad de la tierra, de desertificación o de extinción masiva de especies.

En este momento, todo diseño debe abogar por generar procesos que contrarresten (en la medida de sus posibilidades) los desequilibrios ecosistémicos que el planeta, a escala global, está mostrando. Dependiendo del lugar los objetivos pueden variar. No obstante, la regeneración de la tierra y la acumulación de CO2 en forma de humus en el suelo debería ser una constante.

Respecto a la sostenibilidad, el propio concepto de Permacultura lo explica: Cultura Permanente. Es objetivo prioritario que el sistema que vayamos a crear sea lo más sotenible posible. ¿Cuándo un sistema es sotenible? Cuando los elementos que lo componen funcionan de manera equilibrada y la dependencia de factores externos (combustibles fósiles o biomasa, por ejemplo) es mínima. Si un sistema genera un flujo de energía y recursos en su propio mecanismo y actividad, sin erosionar el suelo, sin reducir diversidad, sin alterar el funcionamiento natural que lo caracteriza, entonces dicho sistema puede alargarse en el tiempo con relativa facilidad.


5. El aprovechamiento de los ciclos naturales

Una hilera de nabos crece hasta su punto de cosecha. A continuación se cosecha y sus follaje es repartido entre las gallinas. Éstas se lo comen y generan estiércol con ese alimento. Ese estíercol se incorpora a una pila de compost y, pasado un determinado tiempo, dicho compost se incorpora al suelo, convirtiéndose en abono para la próxima siembra de nabos. Esto es un ciclo, y en la naturaleza existen multitud de ellos.

La naturaleza ha generado mútliples recorridos de energía (en forma de agua, hidratos de carbono o minerales) que pueden imitarse en los proyectos permaculturales. La importancia del diseño de los ciclos se encuentra en la capacidad de cerrarlos, es decir, que la "energía" que queda al final del proceso pueda ser reincorporada al principio de dicho ciclo.

Cuando estés ideando un diseño, piensa siempre de qué manera puedes generar un sistema que pierda la menor cantidad de energía posible, un sistema que pueda almacenarla de forma abundante y también que pueda crearla. En el caso de crear energía todo va a depender del potencial fotosintético, es decir, la capacidad que tenga nuestro proyecto de convertir la energía solar en elementos del sistema.


Existen muchos otros principios de diseño, pero estos tal vez sean la columna vertebral de todo principio creativo. Lo principal es mantener la mente despierta y atenta a todas las posibilidades que un diseño puede proponer. ¡Hasta aquí el artículo de hoy!


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